Día 13 y 14: Autoabastecimiento

Un manto de somnolencia  se apoderó de mí la mañana del 7 de abril.

Tras 12 días de andanzas a la espalda, el día 13 decidimos que ya era hora de realizar una búsqueda intensiva de centros comerciales y cualquier tienda que nos sirviera para decorar la habitación o mejorar nuestra estancia.

Tras varios intentos fallidos de supuestos comercios asequibles por fin encontramos algo que nos llamó la atención: una inmensa librería que debía de ser un antiguo cine a juzgar por los decorados, los palcos y las butacas que habían dejado reformadas.

No sé bien como describir la sensación... es como adentrarse en el mundo que sueñas pero... siendo solamente eso, un sueño. Completamente ilegible. Las palabras de aquellos libros eran verdaderos galimatías para mí. Por suerte una pequeña parte de ese sueño se hizo real: la pequeña sección en español. La mayoría eran libros de Isabel Allende, y alguno de Paulo Coelho, decido hojearme algunos de ámbos, no me decanto por ninguno, debo pensar bien la opción, volveré otro día.

También había cafetería en la misma librería. La chica rubia que servía las tazas de café sonreía amablemente a los clientes. Al cabo de unos segundos me encuentro delante de ella, no sé cómo he llegado hasta ahí. Nos miramos un momento y justo cuando iba a abrir la boca para balbucear algo que sonase coherente Johnny se interpone y me saca de mi empanamiento. Dejo de soñar despierto, pues sólo era eso un sueño: ella y yo no habíamos coincidido en ningún momento, y subimos al piso superior dónde se encontraba la diminuta sección de libros en Español: entre la de Italiano y la de Francés.

Una hora más tarde, creyendo que ya no lograríamos encontrar ningún centro comercial interesante nos topamos con una tienda de ropa cuyo nombre reside difuso en mi memoria. Al entrar observamos que no había un piso, ni dos, ni 3, si no 4 ó 5. Sorprendidos nos lanzamos a la aventura de recorrer todo aquello. La planta baja tenía un poco de todo: ropa al prinicpio, libros y películas a posteriori.

Optamos por ir a la sección de deporte dónde mi compañero de andanzas eligió un balón de fútbol tras unos minutos de ojear varios modelos. Luego nos dirigimos a la sección de cocina dónde había muchas y variadas cazuelas y sartenes. Las cuales partían de 12 euros hasta 300 apróximadamente. Por supuesto supimos encontrar las que nos parecieron más asequibles xD o eso creímos. Una vez Johnny hubo pagado con su tarjeta seguimos ascendiendo pisos a ver qué encontrábamos. Una sección de dvd´s perfecto es probable que esté la película: Into the wild. La llevo queriendo conseguir hace un tiempo. La quería en inglés con subtítulos en inglés para poder seguir aprendiendo. Se me iluminó la cara cuando por fin mi compañero de andanzas la encontró en la zona de cine independiente o eso parecía.

Cerca de la estación central hay un puesto genial de bocadillos vegetales y pequeñas pizzas, además de cañas de chocolate y cafés. A muy buen precio. Una cena nos sale de dos a 3 euros.

Nos despedimos en la esquina y cada uno siguió su camino como era de esperar.

Estando disfrutando de mi última adquisición en el ordenador se presentaron en casa 3 chicas, amigas de Eric. Esta vez decido no dejar pasar la oportunidad, mi puerta estaba entre abierta así que veo como una de ellas baila delante del espejo. Toso un poco dejando entre ver una pizca de risa sin malicia. Katie me nombra sonriendo. Salgo y opto por presentarme a las otras dos chicas. Se trataba de otra chica rubia, más alta que Katie cuyo nombre compartían, y la otra chica de altura semejante a la anterior pero de semblante moreno: Erthel, así se llamaba.

Les conté que estaba aprendiendo inglés con la película Into the Wild, me contaron que la habían visto y que les encantaba que era bastante buena.

Siguiendo en la conversación una de ellas por lo visto sabía algo de español. Son cosas típicas por las que se suele iniciar una relación. Idiomas, gustos, de dónde eres, qué estudias...

Luego se fueron olvidándose de las llaves de Eric. El cual cuándo llegó a la residencia me llamó por el interfono, salí a su encuentro hablamos un poco y nos fuimos cada uno a nuestras respectivas habitaciones.

Había que dormir, pues al día siguiente sí había que ir al trabajo.

Viernes, 8 de Abril.

Una taza con cereales, sin leche y un kitkat para compañar ha sido el desayuno. Nota mental: falta zumo.

Me pongo el traje y salgo al encuentro de mi compañero de andanzas. Llegamos al trabajo antes que el jefe y esperamos a que venga en nuestra oficina. Mientras tanto relato lo ocurrido en el día anterior y escribo estas mismas palabras: “Hoy iremos a Köln en metro. Pues hemos observado que no hace falta tren para llegar. Hemos localizado en google maps el centro comercial y ahí nos dirigiremos al salir del trabajo, conoceremos un poco todo para que mañana estemos preparados por si nos encontramos con los estudiantes de primero de bachillerato cuyos próximos dos días supuestamente van a pasar ahí...”

Espero que tengáis un buen fin de semana queridos lectores de andanzas ;)

Post Scriptum: En el siguiente blog contesto a todos los comentarios de los últimos días, gracias, sé que debió resultar algo cansado leer el blog anterior con todos aquellos días comprimidos de mala manera, trataré que no vuelva a ocurrir.