viernes, 17 de febrero de 2012

Relax

Es fascinante sentirse completamente relajado y siendo consciente de todo.

Me tumbo en la cama.
Reposo mi cuerpo con cualquier postura.
Me muevo según siento y alcanzo la postura adecuada.
Me dejo llevar por él.
Noto como la sangre fluye por mí. Igual que cuando dejas de correr que el corazón te late con tanta fuerza que sientes todo tu cuerpo. En este caso, el corazón late despacio porque está todo relajado, y soy yo a nivel consciente el que decido sentir.
Pienso únicamente en mi cuerpo para desviar cualquier otro tipo de pensamientos.
Noto como la sangre va hacia mi mano si quiero moverla aunque en el último momento decida no hacerla. Así mismo repito el proceso con todas las partes de mi cuerpo. Y luego ocurre.. empiezas a sentir todo a la vez.
Noto como el flujo se extiende por todo mi cuerpo, va y viene de forma dinámica, como una onda en el agua por todo mi ser.
Entonces empiezo a ver colores con los ojos cerrados. E igual que en un sueño me van viniendo imágenes. Si son negativas me mantengo firme y las hago desaparecer, pues estoy enfocado en buscar qué es lo bueno que tengo a mi alrededor y dichas imágenes no perturban la paz que he conseguido. Si son positivas dejo que vengan y que se vayan a su antojo.
Vuelvo a sentir mi cuerpo, da un gusto curioso, como si miles de caricias surcaran mi piel.
Vuelven imágenes, recuerdos cariñosos, momentos inventados como flashes. Y entonces ocurren los micropicores, si por ejemplo esa imagen inventada siento que es mentira me pica un poco suave por encima del labio superior.
Es como hacerse un chequeo y el mismo cuerpo te va avisando de cómo están las cosas acorde con lo que la mente enseña pasando por el filtro del corazón.
Al final de todo empiezan a venir imágenes muy duras, imágenes que producen miedo, imágenes chocantes. Sustos. Sobresaltos. No perturban todo lo que he hecho antes pero si están ahí para indicarme que es el momento de levantarme de la cama y seguir con mi vida. Es la forma de decir: la meditación ha acabado. Tu cuerpo está relajado y listo para funcionar.

Ahora mismo me hallo en calma. Es una sensación muy agradable.

Y siento ya que el cuerpo tiene toda la sangre en las piernas y está deseoso de salir a hacer lo que tengo que hacer. De irse del ordenador. Así que le complaceré.


Por Elghor, por las ocasiones en las que se tiene que escuchar al cuerpo.

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