Lo cierto es que lo que de verdad hay que hacer es ir curando heridas a la vez que nos seguimos probando nosotros mismos. Probando nuestra capacidad costantemente, arriesgándonos, adentrándonos en los asuntos que la vida nos depara y atrae.
No puedo sentirme fuerte realmente si luego no tengo la fuerza suficiente para enfrentarme a los hechos.
Estoy algo cansado, mañana será otro día. Al menos gracias a una serie de vampiros con la cual me he evadido de la realidad he visto la verdad... de golpe... En otro momento relataré el curioso caso de la "fuerza de voluntad" de un vampiro que no quería alimentarse de humanos...
Por Elghor, en busca de la autoredención.
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