Mucho que contar y, por suerte, muchas noches para hacerlo.
Relájate. Abstráete de lo que te rodea, incluidos tus demonios interiores, y pasa un buen rato leyendo.
Bueno... no te voy a mentir, por aquí suelto de todo... y además en momentos de arresto emocional, no aconsejo tomarme demasiado en serio. Quizás para cuando me leas ya haya cambiado de opinión...
-Échame más sal al plato. -... -Mmm, un poco más. -... -Más, más ^_^ -... -Oh ¡echa más! -... ¿ya? ... -¡Oh no! ¡Demasiada! Te has pasado, ya no lo quiero. -...
2 comentarios:
Hay gente así, y no me refiero a la sal precisamente, creo que me entiendes.
Un beso! :)
:)
Efectivamente sólo empleaba la sal como símil ^_^
Un abrazo Neus. :D
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