miércoles, 4 de septiembre de 2013

Los caballos de la parsimonia

Galopan con fuerza arrasando
levantando polvo, humo
dejando cenizas, muerte y tosidos

Las vestimentas del desierto 
no son suficiente
pronto ella también sucumbirá.
Primero se hace gusano gigante
luego forma parte de la arena.

Otros seres yacen sepultados
más sus cuerpos intactos
permanecen a la espera del viento.

Los tiempos cambian
las tormentas ayudan
tanto como perjudican

Ya sé que se hunden más a cada paso
pero también deben ver con la verdad
a través del dolor, la arena y los ciegos ojos

Aún en las frías noches del desierto
oigo sus voces en susurro
reclamando lo que les pertenece

Una mariposa está aleteando
pronto un huracán levantará
quizá y sólo quizá, baile de nuevo
con las almas enterradas por ahora...


Por Elghor, por las arenas del desierto de la parsimonia.

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