— ¿Quieres decir que los cambios que
han ocurrido en este universo son a consecuencia de ese tercer tripulante?
—Exacto. He observado que la
expedición se realizará el día 12 de febrero, dentro de 7 años exactamente.
Seguramente el agente Leonard contratará a 3 tripulantes. Según los informes
serán la científica Katie, el experto en aeronáutica Paul y el marine John —tomó
aliento y siguió hablando—no podemos permitir que una persona cambie el destino
del mundo a su favor. Según mis cálculos no le debería de quedar mucho
combustible quizás lo suficiente para 3 ó 4 paradas en el tiempo. Ello no le
permitió hacer muchos cambios pero sí obtener datos.
—De tal forma que es probable que
vuelva a este momento de la historia para cambiarlo todo y crear su propio
universo a su imagen y semejanza. ¡No podemos permitirlo! —elevó la voz Eric,
alarmado.
—Lo primero que tenemos que hacer es
ocuparnos de los fallos que debió de tener la primera nave. Resulta extraño que
se estrellase. Según los informes perdieron la comunicación al atravesar el
rasgado del espacio. Bueno —se corrigió a sí mismo cuando detecto que Eric iba
a realizar una observación al respecto—primero deberíamos construir la nave y
procurar mantener esto en secreto —. Eric cerró la boca. Charles sonrío sin
dejar mostrar sus dientes.
Siete años más tarde la nave había
sido completada y las correcciones oportunas llevadas a cabo.
John Moore yacía en el suelo de su
cocina: un charco rojizo se diluía con otro blanquecino. Un John cerca de un
año más envejecido que el que estaba tumbado recogía ahora un tetrabrik de
leche y lo apoyaba sobre la encimera. Luego camina hacia la puerta y abre un
cajón que todavía no había inspeccionado: ahí estaba la carta que había
cambiado toda su vida por completo.
12 de febrero, 7:30 a.m.
—Mire profesor ahí llegan los tres
tripulantes —advirtió Eric.
<<Pero no parece haber nada
extraño>> pensó Eric al recordar que quizá sólo quizá un John Moore del
pasado podría estar ahí mismo en estos momentos. Luego se dijo a sí mismo que
quizá John habría podido acabar sin combustible, perdido en alguna época del
pasado; o quizá decidió ganar algún juego de azar y ahora se halle disfrutando
de unas robadas vacaciones…
—Ya van a despegar —Charles sacó de
sus pensamientos a Eric con esta última afirmación.
Eric alzó la vista y le pareció que
mientras Leonard daba el discurso de despedida a los tres tripulantes John le
había dirigido una mirada. Pero eso era imposible dado que estaban en otra
habitación y, que él supiera, John no podía ver a través de los espejos que
hacen las veces de cristales transparentes por el otro lado…
<<Sólo son imaginaciones tuyas
>> pensó tratando de calmarse. <<Todo está en orden>>
—Eric, no te preocupes, todo irá
bien. Sabes que los cambios que aquí se hayan efectuado no van a repercutir en
el siguiente universo a no ser que alguien realice el cambio de nuevo y eso no
va a ocurrir dados los nuevos parámetros que hemos reajustado para que la nave
llegue al tiempo adecuado y no a una época en la que el ser humano aún estaba
aprendiendo a caminar.
Unos días más tarde una carta del
gobierno fue encontrada debajo de un armario por el marine John Moore. La fecha
de respuesta había expirado hacía ya algunas semanas. Aún así el marine fue a
la base militar a la cual le habían citado. Desde su encuentro con quién él
creyó que fue su hermano gemelo y el accidente por el cual quedó inconsciente
habiendo derramado consigo un tetrabrik de leche no había parado de darle
vueltas al mismo tema: Su supuesto hermano gemelo, un doble como él vagando por
las calles y nunca había sabido nada del mismo...
Se había presentado en su casa de
golpe. Unos minutos antes había escuchado unos disparos así que decidió sacar
de debajo de su almohada una antigua Beretta 92 que en tantas misiones le había
acompañado. Un hombre alto y ancho de espaldas se hallaba ahora buscando algo
entre los cajones del armario de la cocina. Un disparó de aviso sonó en la
habitación. Luego se dio cuenta de que no quedaban balas y al ver que el otro
hombre no respondía corrió a embestirlo con su potente envergadura, cual fue su
sorpresa al descubrir que el hombre que ahora le estaba esquivando ágilmente
tenía su mismo rostro. Con la estupefacción se dio de bruces contra la encimera
y cayó en el suelo inconsciente.
Ahora tenía una pista: La carta del
gobierno.
Un día más tarde un marine que decía
llamarse John Moore se presentaba a las puertas de la base militar en la que se
encontraba el agente Leonard. Le dejaron entrar, le metieron en una sala y
cerraron la puerta con llave. Mientras tanto Eric, el profesor Harlan y el
agente Leonard discutían sobre la situación actual.
—Al final el John del pasado logró
venir hasta aquí —Harlan dejó caer un suspiro.
—Pero mire profesor, este John
parece más joven.
—¡Cielo santo, es cierto! Hemos
permitido, por error, que el otro John suba a la nave —alarmado, Leonard empezó
a pensar la forma de solucionar esta terrible confusión—. Hay que hacer otro
viaje y enviaremos a éste John para que detenga al otro, no puede tener buenas
intenciones —sentenció severamente.
—Pero él solo no puede ir —pensó
Eric en voz alta— quizá deba ir yo también —aseveró.
—Y yo podría unirme en esta misión,
somos todos conscientes de que dejaremos todo atrás y jamás regresaremos, es un
sacrificio en beneficio de la humanidad… de la siguiente humanidad—Leonard
había decidido su futuro y se dirigió a Eric una vez más— ¿Seguro que estás
dispuesto a venir? No nos vendría mal alguien con tu talento. Además eres el
mejor alumno de Harlan y tú ayuda en la nave nos sería de gran ayuda
Eric afirmó con rotundidad aún
viendo que la pregunta de Leonard parecía no admitir una respuesta negativa y
parecía estar coaccionándole, él estaba decidido y por su propio pie quiso
adentrarse en esa heroica misión.
John estuvo esperando cerca de una
hora hasta que al fin se dignaron a comunicarle la situación y a pedir
disculpas por la forma en la que le habían tratado. Cuando le contaron la
situación John se había quedado de piedra. Resultó ser que el otro John no era
su hermano gemelo, era un doble de sí mismo que había nacido hacía miles de
milenios. Tras comprender la gran verdad de lo que estaba pasando decidió
unirse a ese viaje.
Dicho y
hecho, un par de meses más tarde tuvieron lista una segunda máquina, réplica de
la primera. Harlan ya estaba demasiado mayor para esos viajes; se quedó en la
zona de control para que todo saliera bien, les deseo buena suerte y esa fue la
última vez que los vio.
Por Elghor
No hay comentarios:
Publicar un comentario