Días 44 y 45: El Rin en llamas y mi propia gran decadencia

Sábado, 7 de mayo. 11 horas y 25 minutos.

Los protagonistas de estas andanzas tomaban el metro ahora para llegar a Heussallee, parada que queda relativamente cerca de la ONU, también conocida como UNCCD: United Nations Convention to Combat Desertification.

El verdadero destino al que se dirigían era el parque japonés.

Gorgo mostró a Johnny el camino que él había seguido la última vez que estuvo ahí. Le enseñó la cascada, parte del lago Rheinaue y el bosque de cucarachas. Entre los dos buscaron durante unos minutos el parque japonés que tantas ganas tenían de ver: Fotos no faltan del mismo y no tardaran mucho en apreciarse en el álbum Bonnarte de Facebook.

El objetivo de la misión además de hacer algo de turismo consistía en ver el parque Rheinaue durante el día para así tener un cierto conocimiento del mismo y poder andar con tranquilidad al anochecer.

Al llegar al otro lado de la vía el paisaje cambiaba, ahora se podían ver muchos comercios tales como puestos de chucherías, de salchichas, de camisetas… et alía. Un poco de todo. Prosiguiendo el camino se pudo apreciar con claridad la feria que en ese momento estaban montando: Artistas ensayando canciones para el concierto de esa misma noche, una noria enorme, bolas gigantes de plástico (de esas en las que te puedes meter dentro y empezar a rodar)… Me llamó la atención un puesto cuya barra daba apoyo a una multitud de copas, frascos y más recipientes con formas ambiguas hechas de cristal; En el interior de los mismos se hallaba contenido un brebaje rarísimo: cada recipiente contenía un color diferente.

Después de dar una buena vuelta por todo aquello y documentarlo con fotografías y algún que otro vídeo regresaron a sus respectivos pisos.

Se volvieron a encontrar al atardecer en la resi de Gorgo, Johnny había traído el ron que luego mezcló con coca cola. Depositó la mezcla en dos botellas de plástico y las metió en la nevera. Luego se fue.

Cerca de las 21:00 ya había anochecido.

Las mezclas habían salido de la nevera, ambos españoles estaban ahora escuchando música del ordenador y bebiendo.

Optamos por ir caminando hasta el parque Rheinaue y así mientras acabarnos las mezclas, no dejaban pasar botellas.

La noche se animó.

Siguiendo al tumulto de gente entre sombras y luces de bicis los protagonistas se adentraron en el parque. Por alguna razón sus caminos se separaron durante unos minutos. Gorgo se fue a la ladera del lago para apreciar los fuegos artificiales que ya habían empezado.

El Rin en llamas había comenzado.

Por fin se reencontraron. Y siguieron juntos grabando el espectáculo.

Luego se dirigieron al concierto y aquí… aquí comienza la decadencia de Gorgo, la cual relataré en primera persona:

Me empecé a encontrar demasiado bebido. Uno me empujó por detrás. Quizá fueron cientos pero solo recuerdo a ese. De normal no habría hecho nada pero el alcohol no deja pensar con raciocinio, es bien sabido por todos. Le devolví el empujón. Cuatro tíos estaban ahora gritándome en palabras que no podía entender. Johnny estuvo ágil y me sacó del apuro. Me libró de lo que podía haber acabado en sangre. Yo no estaba en condiciones de hacer nada, si no llega a ser por él no sé qué habría sido de mí. Gracias Johnny.

Prosigo.

Los caminos de los ya conocidos andantes se separaron de nuevo. Gorgo decidió irse a descansar. Johnny le ayudó en los primeros momentos a que no se parase y siguiera caminando, luego fue Gorgo el que siguiendo a la multitud encontró el camino a la salida del inmenso parque.

Logró a duras penas meterse en el metro adecuado que le llevó a Juridicum.

Llegó a casa no muy sano pero sí a salvo.

A la mañana siguiente se encontraba débil, demasiado débil. Se forzó a beber agua y a comer. Necesitaba recuperar fuerzas. Más tarde limpió el baño y la habitación pues la noche anterior había dejado manchas en el váter y al lado de la cama… (Abdominales endurecidos)

Remordimientos. Ese es el sentimiento que ahora brillaba con más fuerza dentro de Gorgo. De todas formas él sabe que ha hecho lo que tenía que hacer: Limpiar el desastre que ocasionó la noche anterior.

Una curiosidad: No hay resaca. Todavía no la he conocido y espero seguir sin hacerlo.

Una vez todo en orden de nuevo y a la espera de recuperar las fuerzas se sentó en su silla y comenzó a relatar su terrible noche a pesar de las negativas consecuencias que ello puede contraer para su imagen. Pero por algo es joven: necesita vivir ahora sus errores.

Poco a poco estoy elaborando una lista de aquellas personas que más apoyo me han dado y más se han hecho notar ya sea por estas u otras redes sociales. Voy a ir agregando a todas las personas a la nueva sección que en breves crearé. Al principio sólo habrá nombres, poco a poco os iré preparando las dedicatorias personalizadas a cada uno de mis anclajes positivos. Por supuesto la lista no estará completa hasta que no pise tierra firme en Monzón el día 18 de Junio del año 2011 xD (Aunque lo más probable sea que la pise el 19 y pase la noche en Cataluña, ahá)

Respuestas a comentarios:

Anónimo: Gracias por hacer de este blog un blog mejor. Un abrazo hacia lo desconocido.

África: Gracias por el apoyo que me das siempre, estoy conectado a skype a ver si coincidimos en este domingo soleado ^_^

Mamá: Con el amanecer me refería a que después de pasar allí la tarde me iría a casa a dormir y luego al amanecer (XD) volvería a ir allí a ver lo que me faltaba por ver. Al final no fui el viernes por la tarde. Y decidí hablar con Johnny para que se viniera conmigo y pudiera así él disfrutar también de lo que yo disfruté.

Gracias a los que me seguís desde la invisibilidad y a los que os mostráis en esta y en las demás redes sociales. Como ya he dicho en anteriores párrafos poco a poco iré confeccionando la lista de las personas que más apoyo me han ido dando estos días de mis andanzas.