Normas de autocontrol

No comer entre horas, mucho menos de noche.

Cuando amanece nos sentimos peor.

No apretar los dientes ni tensar los músculos, el estrés llama a estrés.

Tomarse las cosas con calma, actuando lo más serenamente posible ante una situación de estrés interior. (No hablo del estrés colectivo ni de una amenaza de vida o muerte)

No levantar el tono de voz en ningún momento.

Evadirse cada pocos momentos de la situación pensando en otras cosas.

Si hace mucho calor, quitarse el máximo de ropa decentemente permitido.

Si es de noche, esperar al amanecer. Todo se suele ver diferente.

No cometer estupideces de las que luego te puedas arrepentir. Espera a que estés más tranquilo y sólo entonces haz lo que tengas que hacer.

Escribe, lee, duerme… Lo que sea más factible pero no te quedes parado: ello podría aumentar la sensación de estrés.

Piensa en el mañana y no en el ahora: en esos momentos es mejor relajarse pensando en algo positivo y no en lo que está aconteciendo en el presente que es el hecho que ha provocado la situación de estrés que ahora sufres.

Si de verdad tienes hambre, que sea fruta… deja tus queridas patatas fritas y tus helados en la despensa/congelador. Toma consciencia de tus actos.

No beber alcohol por depresión, ni por cabreo, ni por olvidar…

Si tienes puesta la música: apágala o pon algo relajante de inmediato.

La respiración es muy importante procura respirar despacio como cuando estás dormido. Una respiración agitada o nerviosa desencadena más nervios.

Este blog lo escribí a mano cierta noche en la que llevaba acumulado mucho estrés. Tras acabarlo me sentí mucho más relajado.

“Sólo me hacía falta escribir unas líneas” –Pensé

Y luego me dije a mí mismo que debería hacerme más caso, así podría vencer mis instintos primarios/primitivos y lograr que al día siguiente me sintiera mejor conmigo mismo o por lo menos lograr no tener estímulos negativos producidos por haber hecho lo que no tenía que haber hecho.

Por Elghor, intentando tomar algo más en serio a esa voz que busca la felicidad duradera y no la fugaz del placer inmediato.