domingo, 13 de junio de 2010

Fuego...

Otra noche más que mi pecho arde al recordar...
Otra mañana más que me levanto con las mismas dudas...
Han pasado dos años desde el naufrágio y parece ser que sigo todavía con síntomas de lo que sucedió entonces...
Mis fantasmas del pasado no me dejan en paz, debo hablar con ellos, pero ni siquiera me alegra sentirlos, mucho menos verlos...
Me va consumiendo, me encuentro débil. Siempre.. siempre, parece que lo he superado y no... sólo he pasado del problema pero no lo he sobrepasado...
Quizá sea sólo un derivado de mi problema de la semi-soledad.
Quizás se trate de la carencia de la amistad-femenina-física-estable... Y ello sea cómo una energía espectral que dé fuerza a mis fantasmas del pasado...
Necesito que crucen al otro lado... pero aún no sé cómo encararme a ellos.
Tengo difusas ideas... pensamientos desordenados, y no parece ser que en algún momento lleguen a encajar...
Qué cantidad de puntos suspensivos, me abstraigo, veo la situación desde fuera y veo la melancolía que desprendo. Debería alejarme algo más a ver qué más veo.
Aprender a transformar el dolor en amor y no seguir creándome más cárceles es lo que debería hacer, pero cuesta tanto caminar con heridas en los pies... que parece que la suave arena de playa no llegará nunca... y mientras tanto sigo caminando entre cristales rotos...
Esperanza en uno mismo. Fé en que las cosas mejoraran. Creencia de que de verdad se pueden lograr los objetivos. Confianza en lo que se cree perdido de uno mismo.
Inteligencia emocional... tanto leer para luego no aplicar... ¿Cómo afrontarlo?
Fuego... debo ser agua... fluir, apagar ese fuego y enfríar las brasas. Mi propia redención, me sigo culpando por los errores que cometí, la respuesta no está en ella, como siempre desesperado ando buscando, está en mí.
Rodeado de gente, pero sin enlazar vínculos, aumentando el número de barrotes y cerrojos que nublan mi mente y creen proteger mi corazón. Sin ver salida, necesito lanzarme al vacío, arriesgarme a dar el paso y lamerme las heridas si algo sale mal, pero sobre todo, perder el miedo. Estando como estoy considero que es peor quedarme en este estado que abrirme a nuevas experiencias (seguir inténtandolo). Todos aconsejan abrirse y no cerrarse, yo me pierdo en mí mismo y sigo sin sobrepasar el problema, un día se me olvida y entonces el problema pasa, al otro me viene de frente y entonces veo que el problema no lo he sobrepasado, simplemente pasado, de tal forma que cuando vuelve vuelvo a mi estado primigenio... al inicio del problema.
Quiero sobrepasarlo. Debo salir de esta. Es demasiado tiempo robado. Demasiado tiempo con las brasas en el pecho...


Se despide en este raro anochecer de Domingo: Elghor, un ser que poco a poco se va definiendo y sabiendo lo que quiere...

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