jueves, 21 de enero de 2010

No te pierdas a ti mismo

Aprender de los hechos no es demasiado complicado, es un proceso que hacemos a veces de forma inconsciente y luego vamos asimilando paulatinamente.

Vamos modificando nuestro carácter, cambiando sutilmente de gustos o de apariencia, tomando decisiones cada vez más importantes y cometiendo errores cada vez mayores que conllevan aprendizajes más duros y ,a su vez, más efectivos y útiles.

En este proceso de cambiar, de adaptarse, de seguir adelante de forma diferente a como lo hacíamos hasta entonces no sólo estamos adoptando un nuevo rol si no que estamos dejando escapar otra parte de nosotros mismos que no nos hace falta. O eso creemos.

El problema de los cambios no radica en el cambio en sí, si no en lo que todo ello conlleva en nuestro mecanismo interior. A veces hartos de según que cosas, decidimos un día adoptar un nuevo estilo de vida que poco a poco va formando parte de nuestra personalidad hasta ser exactamente una parte más de nosotros mismos. Aquí es cuando una vez aprendido esto último debemos tener cuidado con nuestros propios pensamientos porque sin quererlo un pequeño pensamiento puede conllevar a una transformación de personalidad... la bola de nieve que va rodando cada vez más grande se hace, si pilla una piedra cambiará unos grados su dirección, lo suficiente como para acabar a kilómetros de dónde habría acabado si no llega a estar ahí esa piedra. Acciones sutiles, desencadenantes de grandes hechos.

Ahora lo que debemos aprender es a no perdernos a nosotros mismos, seguir conservando la esencia de quienes fuimos en un primer momento, puede que cambiemos cosas sutiles de nosotros mismos para mejorar, eso es bueno, lo malo viene cuando realizamos ciertos cambios qué al ver su resultado no nos parece demasiado bueno y entonces es cuando pensamos: ¿Por qué empecé a actuar de esta manera? ¿Cual era mi objetivo? ¿Era esto realmente lo que tenía pensado o era sólo un medio?

A veces al adoptar un nuevo rol por que lo creemos conveniente o porque nos hace parecer más interesantes/populares/inteligentes... puede que estemos cometiendo uno de los mayores errores de nuestra vida, no por ello irremediables. Consiste en un cambio de personalidad, el cual al principio parece interesante pero poco a poco te vas dando cuenta de que el rol que has adoptado no te pertenece o sí, depende. Poco a poco vas analizando tu comportamiento, cuando algo lo haces tantas veces se llega a automatizar hasta que llega la hora de apreciar el resultado, que es cuando nos solemos preguntar (si no es antes) qué es exactamente lo que pretendíamos lograr con esta "nueva" personalidad. E incluso cuando indagas y ves a la chica o al chico al cual "copiaste/idolatraste" te das cuenta de los motivos que él/ella podía tener para actuar de ésa manera, y el porqué de por qué tú no debías actuar como esa persona, ... o sí.

A sí pues, para ser precavidos, parad el tren de vuestra vida de vez en cuando y comprobar que la caldera sigue llevando la misma madera, que la chimenea siga sacando el humo correctamente y que las ruedas no estén demasiado desgastadas... pero sobre todo, no perdáis de vista aquello que os recuerda la ciudad de dónde sois y la ciudad a dónde os dirigís.


Harto de las mentiras de ciertas personas, harto de la gente que no te deja las cosas claras, harto de no saber ser más egoísta, harto de ir detrás de la gente...

Preparando un nuevo rol(similar al actual), ¿Será acertado? Por si las moscas... se hará con sutileza ;)

Por Elghor: Resbalándome en las palabras mojadas.

No hay comentarios: