jueves, 26 de noviembre de 2009

Se interpone el sexo...

Me siento como un niño… a su lado parezco un niño. Ella es grande y alta, impone…

Sigo con el complejo y además tengo miedo de quedarme mirándola sin saber qué decir, y fijándome solo en su cuerpo y no en lo que toda la vida he visto, su interior.

Tengo miedo de que me atraiga su cuerpo y todo se eche a perder. Sé de sobras que la amistad dura mucho más que un noviazgo.

Por otro lado la diferencia (de altura) quizás me eche para atrás en ese sentido y así vea que no pasa nada, que puedo mantener amistad tranquilamente sin miedo a que pase nada más. Por que mi mente habrá sabido descatalogarla de entre el tipo de chica adecuada para mí.

O eso espero. Detesto que se puedan perder amistades por culpa del sexo de cada uno…

Ahora todos los abrazos que me había imaginado, dándole en los momentos que se sentía triste y yo estaba a 3 horas de distancia, sin posibilidad de tocarla, han cambiado. Siento que todo aquello que me había imaginado tiene menos realismo. Ha cambiado mi percepción, y con ella la forma de verla, sentirla e imaginarla.

Tontas divagaciones, efímeros pensamientos... o eso pretendo.



Abriéndome a la noche, se despide (con la diferencia de la cutrez de éste texto respecto de los otros) una vez más, Elghor

2 comentarios:

inmensosvacios dijo...

Grr, me he perdido muchas cosas! :O


(L)

Gorgo dijo...

No te has perdido tantas, en cuanto coincidamos te pongo al día enseguida :) y tú a mi de paso también ;)

Gracias...

(L)