domingo, 25 de diciembre de 2011

Escapando de la Gigante Roja V


Al fin, redujeron la velocidad de las naves y se dispusieron a aterrizar en lo que pareció ser la base militar en la que tantos siglos atrás había estado trabajando Eric junto a Harlan.
—Aquí el agente Leonard, pido permiso para aterrizar, cambio.
— ¿Señor? ¿Es usted? ¿Qué hace en una nave no identificada? Ya estábamos dispuestos a abrir fuego. ¿Cómo es posible? Tiene vía libre en la cuatro, espero que nos lo pueda explicar, cambio.
—Gracias, os lo explicaremos todo en seguida.

Ambas naves aterrizaron en la pista cuatro. Al salir se vieron sorprendidos por un Leonard de aspecto más joven y un puñado de soldados.
El agente del pasado se explicó. Les contó lo ocurrido y les informó el porqué estaban ahí, en ese momento. 
El mismo Harlan estaba ahora viendo lo ocurrido y llamó a su aprendiz. Eric del pasado se tornó y pudo reconocer la sonrisa de su maestro.
Todos bajaron las armas.
Los extranjeros que resultaban tan familiares fueron escoltados hasta la base militar. Una vez allí decidieron la manera óptima de solventar el conflicto que les acechaba. Ahora Harlan contaba con dos discípulos con los que poder trabajar.
Un mes más tarde, iniciaron la primera fase del proyecto E-404.
Lo que el huevo contenía fue una prueba irrefutable de que los extranjeros decían la verdad.
Se decidió comunicar la noticia a nivel global.
Dadas las pruebas de los hallazgos prehistóricos, las naves que nunca habían sido construidas y el testimonio de cada uno de los extranjeros que encajaba al juntar las partes el proyecto E-404 ganó la suficiente veracidad como para poner a todo el planeta a destinar fondos para la causa.
Los países que podían ayudar militarmente mandaron a sus soldados, los que tenían una mejor economía invirtieron grandes sumas en el proyecto.
Los principales problemas fueron los pequeños núcleos de concentración de gente que habían formado grupos rebeldes alegando que el estado les estaba engañando y sólo era una forma más de sacarles el dinero.
Pero poco a poco se fueron calmando al demostrar la verdad delante de sus ojos con pruebas para determinar el estado de envejecimiento de la cápsula.
El proyecto E-404 consistía en un plan para construir millones de naves como las que habían venido del exterior, copiando el diseño. Se pretendía realizar una evacuación del planeta antes de que el sol eliminase cualquier rastro de vida en el planeta.

Un año más tarde habían construido una cantidad considerable de sondas espaciales para obtener información de las estrellas más cercanas y conocer además si algún cuerpo se hallaba rondándolas.

Al cabo de un tiempo, lograron dar con un exoplaneta habitable de 2,4 veces el tamaño de la tierra que yacía a la distancia perfecta de la estrella anfitriona, Tau Ceti. Estaba custodiado por cuatro satélites naturales que serían los que habrían ayudado a parar decenas de impactos que debían de haber acechado dicho planeta extrasolar.

Diez años más tarde el planeta estaba preparado para ser habitado. A base de naves con cantidades ingentes de gas fueron creando una atmósfera más consistente para el mismo. A su vez se plantaron semillas de diferentes plantas de la Tierra.

Treinta años después la sociedad estaba preparada para el cambio. La cooperación de todo el planeta supuso la desintegración del egoísmo, la humanidad había aprendido a actuar como una verdadera raza de supervivientes.

Ahora millones de naves se alzaban e iniciaban su viaje hacia Tau Ceti, en la constelación de Cetus. Tanto humanos, como plantas y animales se dirigían hacia su nuevo destino. Poco a poco, con el paso de los años, el planeta Tierra fue desalojándose.

Hacía una noche despejada. De tal forma que el pequeño Charles Henderson corría sin miedo por el césped de su gran jardín. De pronto, algo le detuvo. En el firmamento, lleno de estrellas, pudo apreciar una que era diferente de las demás: una estrella de color rojo intenso, bastante grande, brillaba con intensidad. Su abuelo, Eric, le llamaba ahora para que volviera a casa, pues la cena se estaba enfriando.

Fin 


Por Elghor

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me han caído en gracia los personajes ¿sabes? A ratos se sentían un poquito cliché pero les queda. Mientras seguí leyendo me fui acostumbrando algo a los saltos de las escenas.
Te seré sincera, la ciencia ficción no es un campo de lectura que me fascine, pero tu historia me ha gustado. En parte estuvo bien que no lo dejaras en el e-book, así, si decides alargar algunas escenas no te ves limitado y totalmente seguro que con una revisión rápida, esto queda mucho mejor.

Gorgo dijo...

Sí, eso espero. Gracias por los ánimos Liz! espero poder trabajar para tener una versión más definitiva. Ya me lo he releído y he notado muchas cosas que cambiar xD

Te aviso cuando haga la nueva Gigante Roja.

Un saludo! ^_^