miércoles, 30 de diciembre de 2009

Una noche más

Y aquí estoy una noche más escribiendo mis pensamientos, mis sentimientos y mis hechos.
Esta entrada no servirá para disfrutar ni relajarse pero si para que me desahogue una vez más.
Aquí en este blog apartado de aquellos que me conocen, libre para expresarme y soltar mis chorradas sin ser juzgado.

Dónde no me importa escribir cosas sin sentido porque para mi si lo tienen aunque para el resto no. Ahí está la gracia, pese a todo creo que mucha gente es adicta a escribir de este modo, es interesante por que vas soltando las cosas según aparecen en tu cabeza: palabras frases ideas.. y no importa que sean demasiado extravagantes o realmente lunáticas porque estás a salvo de la gente que te coarta. Luego puede que no llegues a expresarte como querías porque cuando al fin consigues el modo de hacerlo llevas tanto tiempo sin sacar a la luz tus sentimientos que no sabes como hacerlo y aparece en tu mente una densa nube cargada de muchos muchos hechos por descifrar y ocultas razones que despiertan sentimientos en ti. No sabes de dónde vienen por que es tarea tuya desentrañarlo precisamente.

Mientras escucho claramente el sonido del tecleo por debajo me parece aún oir lo que ha pasado el día de hoy, lo que he sentido se manifiesta de golpe y luego se va, y aún más al fondo siento lo que ha pasado estos días y cómo me he enfrentado a ello, como he vivido y como he comprendido todo, o lo que yo creo que es todo. Si busco aún más me pierdo en mí mismo al encontrar un sinfin de emociones de toda una vida, pero eso es algo que ahora no debo tocar, tan sólo debo centrarme en el segundo sonido, el de despues de las teclas, el de las emociones manifestadas expontaneamente para luego irse..

Debería ser más paciente? debería quizá haber tomado antes la iniciativa y haberme puesto serio? merece la pena ir enfadado a un sitio? no es mejor hacer lo que he hecho que es pasar de todo una vez que ese todo ha podido conmigo y seguir adelante con lo que me queda? que voy perdiendo cosas? puede.. pero gano otras no?

Los cambios dan miedo, pero no sabes si es bueno o malo por lo general, te parezca lo que te parezca.

Me siento decepcionado. Bien! hemos encontrado un sentimiento y lo hemos plasmado, eso es! Ahora sabemos algo más, nos sentimos mal por que estamos decepcionados vale. contigo mismo? no.. yo estoy de acuerdo con mis hechos, estoy en paz, de acuerdo, con los demás entonces?, sí. Con el resto del mundo? No, jaja, no no, jaja que va xD, exageraciones. Tan sólo con algunos de los que me rodean.

Nada es como esperadas?, sigo exagerando, todo esta bien salvo algunas diferencias.. que cada día me cansan más... mmm a sí, porque he de ser yo quién tire del carro? por que no puede tomar otro la iniciativa? que tengo yo para verme obligado a hacerlo? Ellos solos se pueden cuidar bastante bien creo.. me lo demostraban desde que eramos pequeños y habia un juego llamado vacío que derrepente un día se les paso.. y cuando querían hacerselo a otro yo les paré los pies.Y así fue como pararon la segunda vez.

Quizás te duele por eso, porque lo has comparado con lo que te hicieron unas pocas veces cuando ibas a primaria... porqué te acuerdas de eso? me marcó... soy lo que soy por mi pasado, la soledad fortaleció mi ser. Sí pero la amistad que vino después aportó mucha alegría a tu ser no? si.. también..

No he dicho que no les quiera hablar de por vida ni nada semejante digo que me jode que parezca Invisible a veces y otras no solo invisible si no además no soy escuchado, parezco a veces una sombra que está por ahí y a veces hasta puede molestar... ala ala alaa, vengaa rayadas pa qui rayadas pa yá pero que estás haciendo? tampoco es para tanto.. si que es verdad que a veces pasan de ti pero bueno todas las veces que te han aguantado lo que te han aguantado y que sabes que solo ellos y tu familia te lo podrian haber aguantado también contará ¿no es así?

Sí.. es así... por eso esta se la aguantaré a ellos, pero no voy a pagar yo por ellos si no han sabido organizar una puta cena y tenía que ser yo quién hiciera todo y ni siquiera colaboraban conmigo pues pasando de todo, y tan pancho, sin ningún quebradero de cabeza ni pollas en binagre xDD

En fin sea como sea ya me siento algo mejor, joder es eso, ve con buen rollo, ya verás como después de éste susto la gente te empieza a escuchar y a valorar un poco más.. es que manda huevos que siempre haya que llevar todo al extremo.. siempre siempre siempre, si no se llega a esos puntos de inflexión en los que puede pasar una cosa u otra completamente perpendiculares no se hace más que decaer por un lado y aguantar por el otro..

Aprendiendo siempre a base de ostias... no podrian aprender también cuando algo les ocurre a los demás?? sería interesante, cuesta pero no mucho y poco a poco te vas renriqueciendo con la experiencia de los que te rodean, poniéndote en su piel y tratando de comprender porqué actúan así. Desde luego lo de esta noche lo he visto bastante claro.. pero lo dejaré estar hasta que me saquen el tema que seguro que me lo sacan.. y si me pongo de mala ostia pasare de estar en ese lugar.

Nota para el futuro: cierra la puta boca cuando escribas que te van a entrar moscas, es que me quedo empanado a veces mientras escribo, mi cerebro trabaja se pone en el ordenador y transmite toda la información automáticamente pero se olvida del resto del cuerpo y éste pasa a un segundo plano, a convertirse en un medio para poder transmitir lo que pienso a la pantalla xD

En fin, si no vuelvo a actualizar en este año: Feliz Año Nuevo a todos y hasta el año que viene.


Por Elghor, desvariando en las noches antecesoras de año nuevo.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Pasión por Intimidación



Por que me quiero y a veces me doy miedo.
Por que me voy conociendo cada día un poco más.

Por Elghor, en la noche con nubes tapando estrellas.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Sentimientos atrapados

Bien es cierto que contra más intimas con una persona, mayores son los sentimientos que albergas.

No se trata del hecho de poder verse día a día, de las largas conversaciones por teléfono o de las tardes por los parques y las noches por los bares, no.

Se trata de que con cada acción envolvemos más a la otra persona en nuestro mundo y a su vez ella nos envuelve en el suyo. Dejamos de sentir felicidad sólo cuando hacemos algo gratificante, y dejamos de sentirnos tristes sólo cuando algo no sale como esperábamos. Por que ahora estamos conectados a otra persona, compartiendo nuestra esencia y, si hacemos algo con lo que nos sintamos realizados también la persona que esta al otro lado del enlace se sentirá mejor, pues nuestros sentimientos repercutirán de forma positiva en su estado anímico de manera directa. Así mismo compartimos la tristeza que ha sido provocada en uno de los dos como si nos hubiese ocurrido a ambos.

Pero… ¿Qué ocurre cuando desaparece ésa relación de amistad? Cuando este vinculo desaparece pueden ocurrir varias cosas en función de cómo suceda.

Si simplemente se cruzan de por medio el señor tiempo y la señora distancia, y consiguen hacer mella en nuestro enlace, entonces volvemos a estar libres paulatinamente. Ya no nos encadena su llanto ni su risa, ya no nos atrapa su amabilidad o nos aguantamos ante su testarudez, simplemente ya no hay relación.
No hay enlace, sólo libertad.

Por otro lado si éste es cortado de golpe por cualquier factor, irremediablemente seguiremos unidos a esa persona durante mucho más tiempo pero con la diferencia de que si la otra parte del enlace alcanza un logró y se siente feliz, nosotros nos sentiremos tristes por no poder compartir ese logro, y a su vez, frustrados por pensar que la otra persona ya nos ha olvidado.

Además si algo le sale mal, tampoco nos sentiremos bien al ver que estamos algo mejor que esa persona en este momento, por que el cariño que se sintió es más fuerte que los celos o la rabia de la situación actual. Por que sea como fuere el caso es que por mucho que nuestro ego nos impida hablar con ésa amistad perdida, una parte sigue queriendo que todo hubiera sido diferente, que se hubieran hablado las cosas en su momento, que se hubiera dicho lo que tenía que decirse cuando aún había tiempo.

Y ahora cabe la posibilidad de que tengas sentimientos atrapados, cabe la posibilidad de que al no compartir tu felicidad ni tus logros, tus ánimos se vean disminuidos así como cuando al sufrir no puedas compartir la carga de la tristeza y entonces ésta se haga más pesada, y duradera.

Pero nada de esto puede cambiarse por que sientes que el enlace esta tan deteriorado que el regreso parece imposible.

Sientes como ha llegado el monstruo de la desconfianza y cómo ha devorado poco a poco todos los puntos de unión que tenías con aquella amistad, cada vez más lejana, más extraña para ti.

Quieres tenerla, quieres esa amistad y recuperar el mágico enlace que tan bien habíais forjado para poder conectar vuestras mentes. Pero luego piensas en cómo sería dicha reconciliación, cómo sería si la otra parte del enlace te ha abandonado definitivamente o sí, al igual que tú, aún alberga sentimientos atrapados en el interior.

Y luego llega de nuevo la desconfianza a tu mente y sientes que sería realmente complicado volver a abrirte después de todo lo que ha pasado. De tal modo que tratas de oprimir esos sentimientos en tu interior, en lo más hondo, para no sufrir por aquello que no puedes conseguir o al menos eso parece.
Pero así como la marea nos devuelve la basura que le arrojamos, nuestras emociones no se pueden ocultar eternamente ni ser arrinconadas para siempre. Pues tarde o temprano, con más o menos fuerza, vuelven. No puedes ignorar el pasado y dirigirte hacia el futuro sin que el presente se vea obligado a enfrentarse a los demonios interiores que le corresponden: los fracasos del pasado, y los miedos del futuro.

¿Sientes lo que yo siento? Tengo sentimientos atrapados en una cárcel de ego con barrotes de mala calidad. Creo que mi estilo de escritura es lo suficientemente recargado y claro para mi propósito.


Se despide el recuerdo del enlace roto de Elghor

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Variación de la realidad

Esta noche tengo el exquisito gusto de presentaros un vídeo artístico de los mejores que he visto. Realmente increible. Mucha originalidad y gracia.

http://www.vimeo.com/4116727


Para los que aún persiguen el arte.

lunes, 14 de diciembre de 2009

liberar

Quiero expresar mis ansias de salir de todo esto.
Quiero volar, sentirme libre de pensamientos absurdos en mi cabeza.
Quiero tener las cosas claras, quiero saber lo que quiero hacer.
Quiero encontrar mi destino, mi futuro.
Quiero saber desenvolverme con facilidad en cualquier situación.
Quiero tener esperanza de que todo puede hacerse con tiempo y paciencia.
Quiero creer que puedo.
Quiero despojarme de todos estos malditos pájaros de mi cabeza y sentirme bien conmigo mismo.
Quiero mejorar mi cuerpo.
Quiero cultivar mi mente.
Quiero tener una inteligencia emocinal lo suficientemente alta cómo para saber enfrentarme a las sistuaciones venideras, cualesquiera.
Quiero.. quiero! quiero! quiero! pero nada hago, no lucho por nada en el fondo,.. o quizá sea que intento luchar por todo,y, efectivamente no llego a nada.
Quiero poder desahogarme sin ser juzgado, quiero no ser tan egoísta, quiero entender las cosas. Quiero entenderme a mi mismo completamente, quiero conocerme.
Quiero encontrar a quién me conozca de verdad y no tenga ningún lazo carnal de antemano.
Quiero ser claro, cómo el agua, en mi mente, y que las sombras desaparezcan para que pueda ver con claridad de qué está compuesto el paisaje.
Quiero realizar superaciones personales constante, quiero sentirme realizado. Quiero vivir como es debido, haciendo las cosas bien.
Quiero liberar sentimientos negativos.
Quiero saber darle la prioridad necesaria a cada cosa que acontezca en mi vida: no darle demasiada importancia a un determinado hecho y deje correr otros como si lo que me rodease no fuera conmigo.
Quiero que las voces de mi cabeza hablen más bajo que se aclaren y que luego sea una, la portadora la que me diga cómo debo seguir el camino.
Quiero no sentirme perdido.
Quiero sentirme escuchado.
Quiero salir adelante y creer que esta lucha servirá de verdad para el día de mañana.
Quiero ser resolutivo, y ecnontrar el sueño que me haga feliz.
Quiero que desaparezca la densisdad de mi mente.


Por Elghor, por lo que sé y no sé de lo que quiero y no quiero.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Ex tonto

Muy maduro por tu parte. Haz el vacío, se olvidará pronto de ti. Pasa de todo, total, ya no tienes nada que te ate a él.

El resto de los ex pueden hablar contigo hasta los que te hicieron daño. Pero no... yo no, yo tenía que ser el ex tonto, el ex bonachón, el ex al que se puede mangonear o algo así, tenía que ser al que le hicieras caso omiso para el resto de los días.

Por supuesto no insistí nunca, no iba a mostrarme pesado.

Fue tu decisión, y ahora de vez en cuando me vienes a la mente. Lo mejor de todo es que no quiero nada contigo, eso desde luego, por que la confianza se nos escapó de las manos, tampoco quiero ya tu amistad, porque no sabría cómo hablar contigo como dirigirme a ti o cómo sentirme cuando tú lo hicieras.

Es sólo que sigo pensando en ése contrafactual en el que al cabo de unos 3/4 meses me volvías a hablar, poco a poco, empezando de nuevo la relación de amistad que entonces sí habría apreciado.

Y ahora tus logros, tus éxitos llegan a mi, y no puedo compartirlos contigo, tampoco me apetece... Pero gracias a tu canción hoy me siento un poco menos listo, un poco menos sabio, un poco menos que tú. ¡Qué tónto! pero si esto ya lo pasé cuando conseguí olvidarme de lo que sentía por ti.
El tema está en que lo pasé, sí, pero no lo sobrepasé, no supe hacer un balance de cómo estaba mi vida y ver qué era exactamente lo bueno que veía de ti, lo malo que por enconces no veía de ti, y porque me atraías tanto. Debo aprender a buscar aquello que me motive para lograr la superación personal y escapar a esta torpeza mental que me producen las noticias que me llegan de ti.

Y tengo esta maldita sensación de inferioridad, y me siento atrapado entre mis sentimientos por que es algo que no tiene marcha atrás que la salida no está por el camino de hablar con ella, que la salida está en mi. Sé hablar, se decir muchas cosas, pero no me escucho, y luego vuelvo a este estado de conciencia en el que lo veo todo un poco más claro, cuando más confuso estoy.

Éste ex tonto se despide para tratar de hacer algo de provecho. Cuídaos y basad vuestras relaciones en la buena comunicación... a pesar de que la inmadurez es la inmadurez y contra eso no se puede hacer nada a menos que ésa persona madure, ya seamos nosotros, nuestras parejas, o nuestr@s ex.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Entre bebés y contrafactuales

La especie más tonta es la más inteligente, la especie más inmadura es la mejor preparada...

Los bebés tienen mucho que contarnos.

A continuación se muestra el enlace de un blog, el cual contiene un vídeo de lo más interesante:

http://www.redesparalaciencia.com/1694/redes/2009/redes-47-bebes-la-imaginacion-al-poder

Y tú, ¿cual es tu contrafactual relevante en cada momento?


Elghor

viernes, 27 de noviembre de 2009

Para ti

Esta entrada va dedicada a ti, con mucho más ímpetu que las anteriores.

Quiero hacerte saber que tienes la posibilidad de conseguir aquello que te propongas. Sí, puedes llamarme iluso, puedes criticarme todo cuanto quieras, o también puedes creer en tu persona, en tu esencia, en quién eres y en quién puedes llegar a ser.

Sí hay algo que tiene la vida es que un hecho objetivo puede ser mirado de forma subjetiva, tanto de forma favorable como desfavorable. Puedes elegir cómo quieres verlo.

Algunos sucesos o hechos son como son y no se pueden cambiar, pero sí se puede reaccionar ante dichos contratiempos, y adaptarlos a tu vida de forma que sea lo más ameno posible llevarlos contigo encima, incluso hasta una forma de superación.

Es importante reconocer cuando se ha tenido un fracaso, y afrontarlo. No se pueden negar las evidencias, así como ninguna persona puede engañarse a sí misma sin reventar en algún momento de debilidad.

Lo primero que hay que hacer cuando no se ha conseguido un propósito no es dejarlo pasar, alegar que vendrán otras oportunidades, ni esperar que el dolor que se sienta desaparezca sin más. Lo segundo que se debe hacer tampoco es autodestruirse y culparse una y otra vez por no haber conseguido lo que se proponía.

Lo que sí debes hacer es darte cuenta de que ha sido un error, concienciarte de ello, saber en qué momento de tu vida echaste a perder ese objetivo, en qué momento te descuidaste, y a partir de ahí tratar de mejorar para la próxima vez que vuelva a suceder algo similar.

Tienes en tú interior algo especial, aunque no lo creas. Tienes la capacidad de hacer que todo cambie. Tú decides si quieres que tu vida te lleve a sacar lo peor de ti y a causa de eso arrastres contigo a quienes quieres o si por el contrario lo que prefieres es que tu esencia arroje luz sobre las personas que te rodean facilitando así el transcurso por la vida, y consiguiendo que todo sea más ameno, llevadero e incluso hasta placentero.

¿No es verdad que cuando te rodeas de gente que esta feliz aunque tú estés algo deprimido poco a poco parece que vuelves a recobrar el ánimo?

¿No es cierto que cuando algún ser querido está triste tú también te entristeces?

Tienes la oportunidad en tus manos de hacer que la gente que está tú alrededor se sienta mejor, tienes la oportunidad de hacer que te rebote la felicidad que has causado en ellos y con ello incrementar tu felicidad.

Igual que un círculo vicioso negativo te puede llegar a hundir en la miseria otro círculo vicioso positivo te puede hacer elevarte a ti y a los tuyos a un nivel de alegría o al menos a un nivel de no-tristeza.

Pongamos el ejemplo de Marta. Marta es una adolescente que siente que no tiene el afecto de nadie. Yo, que la veo todos los días en el instituto, la veo rodeada de amigas; y luego, por lo que me contó deduje que no pasaba hambre en su casa.

Tal era la creencia de Marta, tal era su nivel de convicción de que estaba sola en éste mundo, que poco a poco se empezó a alejar de sus amigas. Ella pensaba que como no la querían lo más mínimo, tampoco tenía ella un porqué para quererlas.

Se creó una coraza mediante la cual solo algunos pocos amigos suyos podíamos hablar con ella, y tan sólo en determinados momentos.

Me llegó a contar que yo no la merecía como amiga puesto que sólo traía la pena y los llantos a mi vida. Detesté aquellas palabras porque sé que ella me había aportado bastante más y no la iba a dejar ahora de lado solo porque ella sintiera que yo no la merecía.

Sus amigas me decían que no entendía porque estaba así, que en los dos últimos meses por alguna razón habían discutido algo más, pero al final se habían reconciliado. Aún así a la semana siguiente ocurrió que ella empezó a contestar de forma brusca a quién preguntaba por su estado anímico y poco a poco se había empezado a alejar de la gente.

No podía permitir que siguiera en aquel estado tenía que sacarla de ese agujero en el que se había metido. No sólo ella, sino también sus amigas que ya habían empezado a sentirse desganadas. Incluso yo, últimamente, me encontraba más débil.

Le forcé a que me contase qué era lo que verdaderamente le estaba pasando, tras unas cuantas evasiones un día quedamos en su casa para al fin hablarlo tranquilamente. El ambiente empezó a cargarse de malos humos. Sabía que ella iba a estallar de un momento a otro que ya estaba cerca de conseguir mi propósito que saliera a la luz su dolor más profundo y así poder ayudarla.

Tras algunas subidas de tono por su parte que intenté rebajar, ella me acabo dando una torta con la mano abierta en la cara. Había llegado a tener que usar la violencia como recurso para defenderse ante lo que no quería afrontar, su estado, su lamento, la verdad.

Se llevó las manos a la boca y me pidió perdón entre lágrimas. Entonces se dio cuenta de hasta dónde estaba llegando con su capacidad de autoengaño, y fue cuando decidió abrazarme.

La estreche entre mis brazos hasta que logró calmarse.

Al cabo de unos días estaba desenvolviendo el papel Abal que rodeaba mi bocadillo y cuando iba a dar el primer mordisco, cerré la boca y presencie la escena de reconciliación de sus amigas y ella. Parecía que quería enmendar sus errores así que poco a poco trato de atar los cabos sueltos que había dejado atrás en su vida, y así con pequeños actos empezó a sentirse mejor.

Yo me sentí realizado al ver que todo por lo que pasé no había sido en vano. Había recuperado a mi amiga, y parecía que esta vez quería aferrarse a la vida. Pues aún recuerdo cuando en uno de esos días me había hablado, con algo de humor negro, acerca de la idea del suicidio, conseguí apartárselo de la mente, eso creo.

A veces pienso qué habría pasado si me hubiera dejado llevar por mis sentimientos negativos y en aquella bofetada que ella me dio, me hubiese ido, o si cuando las veces que me llamo para que hablásemos me hubiera negado a hacerlo por el dolor que me causaba que otras veces ni siquiera pudiese acercarme a ella por el mero hecho de que no me quisiera ver ni en pintura por ninguna razón lógica.

Pero luego dejo de preguntarme esas cosas y agradezco cada momento que he pasado con ella y por los que aún me quedan por pasar.

La vida puede cambiar en pocos días, antes de frustrarte y ver la vida como un ataque a tu persona trata primero de probar todas las alternativas.

Si estás irascible revienta la rabia contenida en algún colchón. Pero si de verdad tienes ganas de descargar tu ira ve a tirar el vidrio al contenedor de vidrio, con fuerza, que sientas como se rompe y se hace añicos.

Luego puedes salir a correr, o quedarte en casa a escribir. De las dos maneras mejoras algo de ti.

Si te lo propones puedes hacer maravillas, pero sólo si de verdad crees en ello. Cuando todo vaya mal trata de recordar que tienes la oportunidad de cambiar las cosas, que tienes la ocasión de probarte a ti mismo y de superarte. Trata de abrir la mente a las posibilidades que los demás te puedan ofrecer, cuando hayas escuchado lo que tienen que decirte podrás optar por tomar una decisión u otra, al final decides tú.

Sé feliz porque tienes libre albedrío y, con él, capacidad de hacer que todo pueda mejorar.


Por Elghor, para ti.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Se interpone el sexo...

Me siento como un niño… a su lado parezco un niño. Ella es grande y alta, impone…

Sigo con el complejo y además tengo miedo de quedarme mirándola sin saber qué decir, y fijándome solo en su cuerpo y no en lo que toda la vida he visto, su interior.

Tengo miedo de que me atraiga su cuerpo y todo se eche a perder. Sé de sobras que la amistad dura mucho más que un noviazgo.

Por otro lado la diferencia (de altura) quizás me eche para atrás en ese sentido y así vea que no pasa nada, que puedo mantener amistad tranquilamente sin miedo a que pase nada más. Por que mi mente habrá sabido descatalogarla de entre el tipo de chica adecuada para mí.

O eso espero. Detesto que se puedan perder amistades por culpa del sexo de cada uno…

Ahora todos los abrazos que me había imaginado, dándole en los momentos que se sentía triste y yo estaba a 3 horas de distancia, sin posibilidad de tocarla, han cambiado. Siento que todo aquello que me había imaginado tiene menos realismo. Ha cambiado mi percepción, y con ella la forma de verla, sentirla e imaginarla.

Tontas divagaciones, efímeros pensamientos... o eso pretendo.



Abriéndome a la noche, se despide (con la diferencia de la cutrez de éste texto respecto de los otros) una vez más, Elghor

domingo, 8 de noviembre de 2009

Colmillos limados



Cansado de verdades a medias, de los sí pero no, del “tal vez” que se convierte en nunca, del “ahora vengo”, y no vuelve, del “estoy a tu lado”, pero sólo cuando me interese, pero sólo cuando estés bien, porque si tienes problemas yo no estoy para aguantarte. Cansado de pensar para nada, harto de las luchas por algo que luego resulta ser falso, desquiciado con esa gente que lo envuelve todo en un halo de misterio y no te muestra lo que siente de verdad, y cuando lo hace jamás te revela la causa.

Cansado de que los días pasen y yo me quede expectante por miedo a herir, manifestar mis verdaderos sentimientos y explotar. (O implosionar dependiendo del caso)

Cabreado por volverme irascible, entrando de nuevo en el bucle. Agradecido, por otra parte de saber enfriar los sentimientos poco a poco y así lograr salir de la espiral del error.

Sigo buscando la forma de abrir la jaula qué es mi mente, para así liberar los pájaros que en ella han anidado sin verdaderos motivos. Qué tonto, seguro qué dejé las instrucciones en la mesilla de noche…

Debo aprender: a tomarme menos en serio, a saber ver mejor cuánta importancia debo darle a los hechos, a liberarme por completo de qué dirán y acercarme más al qué sentiré.
Me gusta escribir porque me voy conociendo, y sorprendiendo a veces, un poco más a mi mismo con cada anotación.

No me gusta que no pueda escribir algo puro cuyas ideas sean total y realmente lo que pienso porque siempre siempre que escribo aparte de pensar en mis sentimientos pienso en la persona que pueda leerme, eso me coarta, me hace sentirme prisionero de mis palabras y de los juicios ajenos que yo crea que puedan conllevar mis palabras. Pero al menos es una forma de liberación bastante acertada.

Aunque eso no salva el hecho de que sigo cansado de que (generalizando) la gente que me rodea sólo sea un conjunto de individuos con los cuales mantengo algún tipo de relación no demasiado fuerte, no demasiado buena, con rasgos de desconfianza, y mucho aire de por medio.
Aparece la desconfianza cuando aparece el miedo a la separación, aparece el amor cuando desaparece la desconfianza y empieza la confianza.

No me gustan las personas que juegan con el amor/miedo de otras personas, y prueban a ver qué pasa. Detalles egoístas. Seguiremos pues siendo lobos para nosotros mismos. Cazándonos por miedo. Cazándonos por desconfianza. Si algo está claro es que todos sabemos morder. Así cómo no sabemos cuando empezaremos a hacerlo y cuando lo dejaremos, bien por que estemos desgastados/cansados o saciados.



Por Elghor, Un cansado lobo de los colmillos limados.

viernes, 30 de octubre de 2009

La diferencia




Entre una hoja en blanco y otra con grafito hay un paso importante que no se basa en la cantidad sino en la calidad.
La diferencia esta en que, al principio, aunque cualquiera que mire la hoja vea cuadraditos en blanco tú ves un inmenso espacio en el que poco a poco sabes que van a aparecer sentimientos impresos. Y, al final, no eres el único que puede ver en esa hoja lo que sientes.
La diferencia reside en que, al comienzo, tienes demasiada información en la cabeza, demasiado ruido. Y, al final, todos los datos han sido condensados y enfocados, todas las ideas se han ido organizando.
Sólo cuando escuchas de verdad es cuando estás con todos tus sentidos alerta, cuando estás completamente receptivo.
La diferencia radica en que, al principio, empiezas una conversación. Y, al final, te sientes mejor por haber compartido tus propios sentimientos contigo, sabido escucharte, por haberte conocido un poco más, pero sobre todo porque poco a poco has dado con las preguntas correctas.
La diferencia se hace notar en que, al comienzo, tan sólo es una hoja más, una hoja de serie que venía en un paquete de 100, todas ellas iguales. Y, al final, ya no es una hoja normal y corriente sino única entre todas las que pueda o pudo estar rodeada. Pero sólo es especial para ti, porque para el resto de las personas no dejará de ser una hoja normal y corriente que viene empaquetada con otras 99.
La diferencia se puede encontrar, si te fijas, en que, al principio, todo esta completa y únicamente en tu interior. Y, al final: has reído, has compartido, has sangrado. Has derramado: cada carcajada, pensamiento, gota de ese líquido espeso que corre por tus venas, lágrimas en forma de palabra escrita.
Una forma plausible por la cual te has liberado casi en tu totalidad.
La diferencia más significativa entre el principio y el final es que han pasado 27 minutos. 1620 segundos en los que has sido testigo de cual es tu poder de abstracción, de saber crear ese búnker en el que permanecer a salvo del resto de amenazas emocionales. 27 momentos únicos disfrutando de tu presencia. 1620 reflejos en los que tu mente y tu corazón contemplaban el mismo espejo.
27 jugadas de ajedrez para que la razón y los sentimientos al final optasen por decir: “Tablas”.
La diferencia resultó ser 27.



Por Elghor, por los momentos contigo mismo.

sábado, 24 de octubre de 2009

: : : Evocaciones : : :

Una mirada tras una ventana en un día de lluvia, o desenfocada por efecto de la evasión. Gente que pasa alrededor, más ninguna de sus miradas reparan en ti. A lo lejos, alguien alza un brazo en señal de saludo; tú, sorprendido, le respondes con el mismo gesto. Al momento, te percatas de que una vez más la mirada no iba dirigida hacia ti.
Una rutina, ojos rojos, quizás por la polución, e irrespetuosidad de tus congéneres, tal vez por la pantalla que todos los días has de observar, o a lo mejor por los sábados que no perdonas.
Cuatro paredes que mantener, sumadas a tu estado de ánimo que tanto varía.
Vueltas y más vueltas en la cama, entre los sueños y tu vida social. Vuelta a empezar, una y otra vez.
Un día cualquiera, como otros tantos, te paras, miras al cielo, esperando ver si algo cae, si las estrellas te devuelven la mirada que muchas otras noches ya lanzaste. Luego, al ver los, a tu parecer, equivocados resultados de tus actos, vuelves a bajar la vista, todo sigue igual, sabes que has de seguir adelante, y confías en que algo llegará…Esperas, te evades, vuelves a la realidad, otra vez te encuentras contemplando la dichosa pantalla y, no mucho más lejos, en la calle, otros tantos no se ven tan distintos a ti, miradas perdidas, algunas aún con la inocente felicidad, otras con las arrugas de la experiencia. Sigues pues, buscando un camino, una luz, un milagro que te lleve por el terreno del ascenso y la superación personal.
Una noche cualquiera, como otras tantas, estallas a llorar con tu almohada como hombro en el que apoyarte, las sábanas no son suficiente para tapar todo lo que sabes, lo que has hecho, una vez pasada la barrera de la ignorancia, quieres volver a ella, pero esta noche… esta noche no vas a dormir, vas a plantearte una forma de subir al cielo, coges las pastillas con cara sonriente y, sin más, tratas de estar en paz.
Te encuentras en oscuridad, estás tranquilo, no sientes preocupaciones, no sientes nostalgia, no piensas que te pueda pasar nada porque no sientes nada, no obstante al momento ves una luz, una luz intensa, y sientes un terrible dolor en la cabeza, te cuesta respirar, pero ahora ya sientes algo, tu corazón sigue donde estaba, oyes voces y al momento todo vuelve a desaparecer, sigues tranquilo, ya no recuerdas que ha pasado, piensas que era sólo un sueño. No pasan apenas para ti unos minutos cuando vuelves a oír un llanto, un llanto que ahora recuerdas, que muchas otras veces habías oído, sientes como te cogen de la mano, tienes dudas, sientes algo que hacía mucho que no sentías. Es el momento de abrir los ojos, ya en el presente, una joven está a tu lado, creías que estabas solo, pero ahí está, la chica de las fotocopias, la de los recados.
Entonces reparas, piensas en todas las miradas que te había lanzado, en todas las que eludiste porque creías que no iban para ti, si no para algún otro… Tan cerrado estabas en ti mismo, que te estabas perdiendo muchas de las oportunidades que la vida te daba. Además, ahora ves que tú mismo eras una de esas personas que no se fijaban a su alrededor, veías cómo se comportaba la gente, pero debido a tu forma de pensar, en ningún momento se te ocurrió que alguna mirada podría ser para ti…De todas formas, ahora, sólo importa el presente, lo que tienes delante, así que tu mirada perdida se va enfocando poco a poco, mientras se la devuelves, y por primera vez en mucho tiempo lanzas una sonrisa sincera, algo torcida por la falta de costumbre, pero la corriges, y empezáis a hablar. Ella te cuenta tranquilamente lo que ocurrió y lo nerviosa que se puso, aquella misma tarde te había dejado un mensaje bajo el teclado del ordenador para quedar después del trabajo. Siendo que erais vecinos y no cogías el dichoso teléfono, te fue a ver. Pero claro, aquel mensaje no lo llegaste a mirar, ni sabías que estaba ahí, pese al cabeceo que te hizo cuando la miraste, pero, una vez más, creías que esa mirada no iba para ti, y que simplemente hacía señas al que tenías detrás, ya lo dabas por hecho.
Ahora ves la verdad, lo ves con claridad, has aprendido que has de mirar a tu alrededor, y no dejarte sorprender por las primeras impresiones, a veces has de seguir mirando más rato para comprender cada movimiento y saber lo buena o mala que es la gente.
Años después, te encuentras casado y con un hijo, tu vida dio un cambio radical, aquella noche, ahora, estás yendo a recogerle al colegio, hasta empujas a una señora porque no tienes tiempo, y has de llegar. Sigues tu camino, ves a tu hijo corriendo hacia ti, os abrazáis, y volvéis a casa. De camino, piensas en esa señora, y te das cuenta de que ahora eras tú el que ibas a tu aire sin reparar en la mirada de los demás, no muy lejos, detrás de ti, un joven mira con odio la incomprensión de sus congéneres, siente rabia porque sabe que el mundo funciona así, si algo molesta lo aparto, si algo lo quiero, voy a por ello, sin importar lo que piensen los demás, es tal el egoísmo del ser humano que la perdición del mismo está asegurada. Condenados, buscamos la forma de sobrevivir en un ambiente hostil de la mejor manera posible, aunque con ello tengamos que degradar la vida de otras personas.
¿Destino o libertad? ¿Cuán importantes son las decisiones que tomamos? Entre la incertidumbre vagamos, ciegos y sin bastón… y como perro guía, el miedo.


by elghor


-_-

domingo, 18 de octubre de 2009

Parpadeos



Parpadeé, y seguí hablando con los amigos. Caminamos un rato y de repente me di cuenta de que iba descalzo, recordé que me había dejado las zapatillas en casa así que me separé de ellos y les dije que me esperasen que iba un segundo a calzarme, dijeron algo entre susurros que yo interprete como un: “De acuerdo, ¡Nos vemos!”

Mis pies iban solos, como conociendo el camino, después de tantas veces que lo había recorrido, no era de extrañar que lo hicieran.
Cuando conseguí encontrar mi casa, quise abrir pero no lograba adivinar dónde estaban mis llaves, traté de recordar el momento en el que las debí sacar de mi pantalón. Ahora lo recuerdo, estaba en casa, y ahí estaban mis llaves, encima de la mesita de noche, y llevaba puestas las zapatillas. Comencé a bajar las escaleras de mi casa, y esta vez, no cerré la puerta con llave.
Volví al sitio dónde había quedado con los amigos, pero no recordaba bien dónde era, había una fuente… Sí había una fuente y al lado un banco. No hay muchas pistas pero creo que podré encontrar el lugar.
Nada… ni rastro de ellos ni de ese lugar… Parpadeé deprisa y me encontré con esa extraña casa que se hallaba al final de la calle, que rara era, no había ningún edificio a su alrededor, sobre ella se alzaba una media luna cubierta parcialmente por unas oscuras nubes. Decidí entrar en aquella casa, no sé el porqué, tenía la extraña sensación de que sabía lo que estaba haciendo en esa casa, pero no lograba recordar qué era. De pronto, una mujer de avanzada edad, con algunos kilos de más, y verrugas por su cara, empezó a acercarse a mi, mientras con su lengua de serpiente pronunciaba unas palabras, de las cuales, nada entendí. No sabía en que idioma hablaba, no vocalizaba. No obstante, no parecía muy amigable, me invadió un escalofriante miedo, cuando se estaba aproximando, parpadeé de nuevo, pero esta vez con mucha más rapidez.
Mmm… La ciudad, es de noche, siento su frescor, aún así, hay algo raro, hay algo especial, el aire estaba algo denso, como cargado de algún tipo de gas. Decidí que quizás podría ver la ciudad desde arriba como lo había hecho otras veces. Dí tres pasos hacia delante, pero el tercer paso ya no estaba tocando el suelo, ahora tenía que nadar, nadar sobre el aire. De esta manera poco a poco fui ganando altura, para luego poder planear y ver la ciudad desde el aire. Era algo maravilloso, a pesar de que las calles estuviesen sólo cubiertas de farolas, la paz que reinaba en ese momento era digna de sentir.
Decidí que quería ver más, mucho más, subí más alto, más alto aún, mucho más, y entonces sólo entonces, bajé en picado, para ganar velocidad, sentir el viento en mi cara, y planear por encima de lo que ahora eran unos verdes prados. El sol brillaba fuerte en lo alto del cielo, parecía que su calor lo estuviese sintiendo en mi interior, tenía fuerza, vitalidad, energía, muchas ganas de ver, de descubrir, de sentir, llegué a un precipicio, y no dudé en bajarlo a ras, hasta alcanzar esas rocas contra las que las olas chocaban…
Sin querer mientras bajaba, la velocidad fue cada vez mayor, esas diminutas rocas cada vez se hacían más grandes, y esta vez era como si ya no pudiese planear, ya no pudiese elevarme, seguía cayendo sin parar, pero… tenía que salir de esta, sabía que este no era mi fin, no obstante, se hizo la oscuridad.
Una luz azulada, luego una verde, más tarde aparecían sombras, no sabría decir qué o quienes las proyectaban. Algo blanco, amarillo, y… personajes de Disney. Por supuesto, se trata de mi guardería, dejo de columpiarme y me acerco a ese timbre redondo de color negro, pero antes me detengo a mirar la pared, qué bonita, me encantan esos dibujos, parecen tan reales, ¡Ojalá estuviera en Disney Land París!
Toco el timbre, una vez, y otra, y otra, y otra vez más, hasta que me cogen en brazos.
Todo se desvanece, de nuevo ese túnel oscuro. Algo blanco otra vez, muy grande, algo brillante, son nubes, nubes de algodón, muy suaves, pero lo suficientemente resistentes como para que me sostengan, una ciudad flotante se erige ante mi padre y ante mí, él está a mi derecha mostrándome las posibilidades de ése mágico lugar, en él los niños vuelan, lanzan fuego y hielo de sus manos, son felices, despreocupados, y los adultos están en algún otro lado.
Me acerqué a ellos, pero yo no podía volar, no podía hacer eso del hielo… ni esas cosas mágicas que ellos hacían. No puedo entrar en ese lugar, no soy como ellos, no me dejan entrar, me dicen que me vaya… No me importa, aprenderé por mi cuenta, no les necesito, hay más gente en el mundo que seguro que será mucho menos egoísta y más buena que ellos.
Parpadeé varias veces, y allí estaba de nuevo, paseando por la calle cerca de una fuente y un banco en el cual estaba sentada mi ex, de pronto me veía, y se largaba, ya no me importaba tampoco, porque me refugiaba con mis amigos que ahí estaban al lado mío charlando y riendo de no sé qué temas. Recuerdo que estábamos jugando y baje por una rampa para coger un balón. No era una simple rampa, era una salida de un garaje, y, justo me dio por pensar que, si no me daba prisa, algún coche saldría y me atropellaría, quise subir la cuesta, pero ésta era muy empinada, mis músculos respondían con lentitud, y el coche pasó sobre mí. Todo se desvaneció, y de repente mis amigos se volvieron a aparecer delante de mí, yo les hablaba pero ellos parecían no verme. Al sentirme ignorado, me fui, pero al momento me llamaban, y me preguntaban: ¿Dónde has estado? De alguna forma seguí manteniendo conversación con ellos, seguí riéndome. Y al cabo de un rato, rato en el que sin querer había cerrado los ojos, me encontraba sólo.
Pero no era una soledad amarga, tenía la sensación de que había quedado con alguien. Así era, mientras estaba mirando en rededor, observando los árboles en flor y sintiendo el calor de aquella suave bola luminosa, llego ella. No sabía bien como empezar a hablar, pero fue ella quién empezó. Después de un poco de conversación decide lanzarse, y, tras intercambiar nostálgicos pero cortos besos: la aparto, le digo que no, que esto ya pasó y que no salió bien. Que no hay vuelta atrás que ya no… que ya no confiaba en ella. Así pues, lo acepta y se va. Yo parpadeo y todo se desvanece de nuevo.


Por Elghor, por los sueños, tanto los lúcidos como los del porvenir.